Mi viaje a Tierra Santa llegó como una bendición inesperada pero bienvenida. Afortunadamente, nosotros los filipinos no necesitamos visado para viajar a Israel. Aún más importante, confié mi viaje y mi misión a Dios. Uno de los objetivos que tenía en mente era ayudar a los peregrinos provenientes de Filipinas, Kenia, Nigeria, Uganda e India a tener una experiencia fructífera y maravillosa.
La experiencia en la Tierra Santa y en Saxum es inolvidablemente única por muchas buenas razones. Todo se desarrolla en Tierra Santa: un lugar en la tierra bendecido por la vida de Jesús y un destino en la “lista de deseos” de todos los cristianos y muchos no cristianos. La experiencia profundiza nuestra conversación íntima con Jesús Cristo, haciendo las palabras de San Josemaría “ser un personaje más en el Evangelio” palpables y reales. Toti y Manny, entre otros, pueden haber encontrado desafiantes algunos de los empinados caminos de la peregrinación diaria, pero les ayudó a imaginar vívidamente los días de Jesús en Jerusalén y a conversar con Él como un amigo omnipresente. Todas las otras experiencias que las personas del grupo tuvieron en varios sitios sagrados pudieron convertirse en oración.
La presentación audiovisual informativa y potencialmente transformadora en Saxum Visitor Center, sobre la historia del cristianismo, la vida de Cristo y la historia de la Tierra Santa, brinda a cada individuo una bendita oportunidad para nutrir su conversación con Jesús y forjar una relación más personal con Cristo. Esto puede conducir a una amistad más fiel con Jesucristo.
La experiencia en Saxum y en Tierra Santa insta a no permanecer como un turista pasivo o emocionado, sino a elevarse al nivel de peregrino fiel en busca de Jesucristo. San Josemaría escribió en Camino (#584): “Enciende tu fe. —No es Cristo una figura que pasó. No es un recuerdo que se pierde en la historia. ¡Vive!: ‘Jesus Christus heri et hodie: ipse et in sæcula!’ —dice San Pablo— ¡Jesucristo ayer y hoy y siempre!”.
Vivir donde Jesús vivió le permite a uno acompañarle de manera más personal y, con suerte, eso se traducirá en una experiencia que cambia la vida. Abe comparte su experiencia: “Estar en Saxum (puedo describirlo como un ‘Pequeño Emaús’, subiendo la colina). ¡Es verdaderamente una experiencia para toda la vida y la más memorable para mí!”
Dejamos Tierra Santa el 18 de abril con corazones desbordantes de gratitud a Dios y a nuestro Padre. Esperamos fervientemente que nuestra gratitud y la experiencia espiritualmente edificante en Tierra Santa se traduzca en que seamos una bendición para los demás en la vida diaria. Y, ciertamente, volver a Tierra Santa y a Saxum es algo que ahora está entre la lista de cosas especiales que queremos hacer en el transcurso de nuestras vidas.
By Zenon Arthur S. Udani.