Otra historia bíblica en el Tabor
El primer gran acontecimiento de la historia de la Biblia que tiene lugar en las inmediaciones del Tabor es la victoria de Débora y Barac en su batalla contra los cananeos.
Antes de que Israel fuera una monarquía, sus líderes eran los llamados jueces. La cuarta en desempeñar este cargo fue Débora, que era además profetisa. Esta historia se remonta al siglo XIII antes de Cristo y la victoria tuvo como protagonistas a dos mujeres.
Débora mandó llamar a Barac, comandante del ejército de los israelitas, y le ordenó que se enfrentara con diez mil hombres a las tropas de Sísara, temible general cananeo. Barac duda y pone como condición que Débora vaya con ellos. La profetisa acepta, pero advierte al comandante que el mérito de la victoria será para una mujer.
Tal y como Dios había revelado a Débora, los israelitas liderados por Barac vencen, pero Sísara consigue escapar del campo de batalla con vida. El general cananeo llega agotado a la tienda de una mujer llamada Jael, que lo acoge y le ofrece que se acueste a descansar. Jael era la esposa de Heber, el quenita, descendiente del suegro de Moisés. Aunque la familia de Jael encontró la paz con los cananeos, ella se puso del lado de los israelitas debido a la dura opresión que sufrían por parte del rey de Canaán. Cuando el general se queda dormido, Jael lo mata clavándole una estaca en la cabeza.
Así quedó cumplida la profecía de Débora, puesto que la gloria de derrotar al líder de los ejércitos cananeos correspondió a la intrépida Jael.