¿Puede hablarnos un poco de su pasado y de cómo llegó a ser conocido como embajador de Santa Claus en Tierra Santa?
Issa Anis Kassissieh: Mi padre solía ser nuestro Santa Claus en mi casa cada Navidad para hacernos felices. Crecí en la Ciudad Antigua de Jerusalén y siempre he estado muy vinculado a la comunidad local. Hace unos 15 años, encontré su traje de Santa Claus en el armario. Me lo puse por diversión y entonces ocurrió algo mágico: a mi familia y amigos les encantó cuando decidí caminar con ellos a la Puerta de Jaffa. Así que continué con la tradición familiar en Navidad. Decidí encarnar el espíritu de Santa Claus para llevar alegría y esperanza a la gente de Jerusalén. Lo aprecio y lo veo como una forma de difundir el amor y la unidad en esta ciudad diversa e histórica».
En 2016, la escuela de Santa Claus Charles W Howard me llamó para invitarme a estudiar allí en un «Programa formal de Santa Claus». Fue una experiencia maravillosa, aprendí aún más sobre este papel tan especial, y como hacerlo de corazón. Luego, poco a poco, construí esta «casita de Santa Claus» en la Ciudad Antigua con la cocina, el taller, el comedor, mi silla.
¿Cómo reacciona la gente de Jerusalén, dado su rico y variado trasfondo religioso, al ver a Santa Claus entre ellos?
Issa: Las reacciones son abrumadoramente positivas. Jerusalén es una ciudad en la que se entrecruzan diferentes religiones y culturas, y la figura de Santa Claus, que encarna el espíritu de dar y la alegría, es acogida con entusiasmo. Personas de todos los orígenes -cristianos, musulmanes, judíos- disfrutan del espíritu festivo y del mensaje de paz y buena voluntad que representa Santa Claus. Muchos padres me llaman para decirme «gracias por ayudar a mi hijo…». Para mí es una gran misión ayudar a los demás.
¿Puede describir algunas de las actividades y eventos en los que participa como Santa Claus en Jerusalén?
Issa: Participo en diversos actos, sobre todo en Navidad, cuando entro en Jerusalén en camello. Esto incluye visitar escuelas, hospitales y centros comunitarios, donde distribuyo regalos y contagio alegría. Uno de los momentos culminantes es el desfile anual de Navidad en la Ciudad Antigua, donde cantamos villancicos, decoramos festivamente la zona y nos relacionamos con la comunidad local y los visitantes. Es una época en la que la ciudad se llena de vida con el espíritu navideño.
¿Cuál ha sido la experiencia más memorable que ha vivido como Santa Claus en Jerusalén?
Issa: Ha habido muchos momentos memorables, pero algunos de los más destacados son las visitas a los niños en los hospitales locales. La alegría y la emoción en sus caras cuando entra Santa Claus son indescriptibles. Me recuerda el profundo impacto que puede tener un simple gesto de amabilidad. Otra experiencia memorable es ver a familias de distintos orígenes reunidas durante los desfiles y actos, compartiendo el espíritu festivo y fomentando un sentimiento de unidad y paz, como cuando entro a Jerusalén montado en un camello cada año.
También en 2020 , invité a todos los Santas del mundo a hacer una peregrinación en Tierra Santa y disfrutaron mucho de este viaje. Hicimos varios desfiles en Nazaret, Galilea, etc. Espero tener pronto otra oportunidad, ya que están deseando venir de nuevo a Tierra Santa para conocer mejor la Tierra de Jesús.
¿Qué mensaje espera transmitir con su papel de Santa Claus en una ciudad tan importante desde el punto de vista histórico y cultural?
Issa: Mi mensaje principal es de amor, paz y unidad. Jerusalén es una ciudad con una historia profunda y compleja, y es importante encontrar un terreno común y celebrar nuestra humanidad compartida. A través de la figura de Santa Claus, espero transmitir un sentimiento de alegría y unión, recordando a todos que, a pesar de nuestras diferencias, podemos unirnos en un espíritu de generosidad y buena voluntad. Se trata de crear momentos de felicidad y fomentar el sentido de comunidad. Abriré mi casa de Santa Claus cada Navidad con la seguridad de que haré felices a quienes me visiten y, por supuesto, también a mí mismo.
Mi misión como Santa Claus en Jerusalén es realmente inspiradora. Es un honor poder repartir alegría y felicidad en esta hermosa ciudad. Soy cristiano, así que para mí «Jesús es la verdadera razón de la Navidad», y Santa Claus, una figura de tradición profundamente cristiana*, es un ejemplo del don de Jesús para toda la humanidad al nacer. ¡Feliz Navidad y feliz Año Nuevo para todos!
(*San Nicolás de Bari, fiesta 6 de diciembre.)
¡Ho Ho Holy Land!