La conversión de San Pablo

Ene 18, 2023

Saulo marcha hacia Damasco para hacer prisioneros a los cristianos que huyen de la persecusión de Jerusalén, cuando aparece de pronto una luz, cae al suelo y oye una voz del cielo que le dice “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Es en este momento cuando comienza su conversión.

¿Qué es la conversión? La conversión es encontrarse personalmente con Dios. ¿Qué significa personalmente? Veamos esto con más detalle.  El conocimiento personal es distinto del conocimiento intelectual. El segundo conoce sin involucrarse, capta lo exterior, lo objetivo. Mientras que la persona tiene una intimidad subjetiva, es un ser que necesita ser en otro, actúa en Libertad, conoce con el hábito de Sabiduría, y ama desde el fondo corazón, con un amor donal.

Podemos conocer las cosas, a los demás y a Dios desde nuestra sola inteligencia y entonces nos presentaremos ante los demás por lo que tenemos: títulos, posesiones, estudios, dinero, posición social, etc., o, por el contrario, desde la persona, como los santos, que muestran lo que son: hijos de Dios.

Iglesia del Santo Sepulcro

Establecer una relación personal con nuestro Creador es el fin para el cual hemos sido creados, que es ser felices con Él. Es en la intimidad personal donde podemos crecer o decrecer como persona. Nadie conoce nuestra intimidad, excepto Dios, ni nadie puede conocerla si nosotros no lo revelamos.

Veamos quién es Saulo: es un judío que tiene la ciudadanía romana por nacimiento y que conoce y ejerce sus derechos como tal. Es fariseo e hijo de fariseos, que estudió en la escuela de Gamaliel. Habla griego con fluidez. Es fabricante -o quizás dueño de un pequeño negocio- de tiendas de campaña (usadas por todos los judíos en la fiesta de Sucot o de las cabañas) y que tiene confianza y acceso directo a los príncipes de los sacerdotes. Tiene don de lenguas y una gran inteligencia unida a una enorme cultura. Además, tiene un carácter magnánimo, sin miedo a la vida ni a la muerte, que le hace acometer grandes empresas y tiene un gran celo por la Ley. En definitiva, tiene muchos dones y virtudes.

A simple vista vemos que tiene un perfil muy distinto de los doce y también que Dios le quiere para una misión especial: evangelizar a los gentiles.

Cuando el Señor le dice “¿Saulo, por qué me persigues?” le increpa directamente a su intimidad personal; primero porque le llama por su nombre, sabe quién es, y segundo le hace una pregunta que no tiene sentido racional, porque ese ¿por qué? sólo se puede responder desde el fondo del corazón, no con la inteligencia ni la voluntad.

Saulo le responde con otra pregunta: “¿Quién eres tú, Señor?” ¿Cómo sabes eso de mí? Que nos recuerda a la samaritana. Es entonces cuando la respuesta no le deja ninguna duda: “Yo soy Jesús, a quién tu persigues”. Parece decirle: Yo soy ese a quién tú estás buscando fuera de ti mismo, cómo también le dijo a Agustín de Hipona.

Lo que Dios le pide es pasar por humillar su yo y establecer una profunda relación personal con Él. “Dame hijo mío tu corazón” (Prov. 23, 26), como también le dijo a John Henry Newman. Y Saulo se lo da.Pasará tres días sin vista y sin comer ni beber. Sin utilizar sus sentidos corporales, sólo en dialogo de intimidad con Él y purificando su ser. Purificación que pasa por humillar el yo, lo que tiene, para recibir un don superior que es la relación de filiación con su padre Dios y acoger su mensaje en plenitud. Así, Saulo le recibe como hijo y podrá reconducir todos sus esfuerzos hacia la misión que su Padre Dios le pide.

Todas las conversiones requieren abandonar una situación, un tener, confortable, para recibir un ser personal más profundo. Y eso siempre desgarra y requiere un ámbito de intimidad como debe ser el de nuestra oración. El paso de Saulo de Tarso a San Pablo fue una conversión muy profunda e intensa debido a la especialísima misión recibida. Los apóstoles tardaron tres años en convertirse, Saulo tres días. Apóstol de las gentes.

Por Domingo Aguilera Pascual

Creador del blog www.amigosdelavirgen.org  y autor de los libros “Las Relaciones de María” y “Las Relaciones de José”.

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