Este artículo es continuación a un anterior artículo: “El lago de Galilea y su clima.”
Jesús era buen conocedor de las condiciones climáticas del lago de Galilea, pues vivió los tres años de vida pública en Cafarnaúm, a la orilla del mismo. Como narra san Lucas (12,54-59)” decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: “Chaparrón tenemos”, y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: “Va a hacer bochorno”, y lo hace” o San Mateo (16, 1-3) “Se le acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les mostrase un signo del cielo. Les contestó: «Al atardecer decís: “Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo”. Y a la mañana: “Hoy lloverá, porque el cielo está rojo oscuro”. ¿Sabéis distinguir el aspecto del cielo y no sois capaces de distinguir los signos de los tiempos?”. En este trabajo vamos a describir algunos aspectos de los vientos del lago de Galilea.
Los vientos del lago de Galilea en la actualidad.
Para explicar los vientos, partimos de que probablemente los vientos actuales sean similares a los de la época de Jesús. Para conocerlos los hemos representado tomando los datos meteorológicos actuales de la estación de Cafarnaúm, proporcionados por el Gobierno de Israel (http://ims.data.gov.il/, años 2000 a 2005 incluidos, 2 datos diarios). La gráfica se llama la rosa de los vientos. Esta representación es muy completa y visual, pues incluye la dirección, la intensidad o velocidad y la frecuencia del viento. Para poder entender la representación hay que saber que se representa la dirección de donde viene el viento y está marcada por letras que nombran desde donde sopla ese viento. Por ejemplo, en el cuadrante entre el Norte (N) y el Este (E) se encuentran los vientos que vienen del Norte nordeste (NNE), del Nordeste (NE) y del Este nordeste (ENE). En cada dirección los distintos colores indican la velocidad del viento en metros por segundo. Los círculos concéntricos indican la frecuencia de ese viento en porcentaje respecto al total (Figura 1).
Pasemos al análisis y explicación de los datos. Se observa que los vientos más frecuentes, proceden del Este (un poco más del 12 %). Predominan normalmente de febrero a junio y son vientos cálidos.
Fig.1 Rosa de los vientos lago de Galilea (Estación Cafarnaún, años 2000 a 2005, datos diarios de 8 y 20 h, http://ims.data.gov.il)
También son muy frecuentes los vientos de componente Oeste y Sursuroeste, vientos húmedos que proceden del Mediterráneo y que traen las lluvias durante el invierno cuando llegan las nubes a la zona montañosa. Predominan de noviembre a febrero.
También son bastante frecuentes los vientos de componente Norte. Estos son fríos, pues provienen del Monte Hermón. Son típicos del verano los vientos del Noroeste, que no causan lluvia y mitigan el fuerte calor veraniego.
Los vientos del Sur son más cálidos, pues provienen del desierto. Estos se dan en primavera principalmente y traen una fina capa de arena que se posa sobre las plantas y que hace que se forme una nube de polvo en el cielo. Es un viento difícil para las personas, pues con éste nunca llueve y es un viento ardiente.
Esta gráfica que representa los datos actuales refleja muy bien unos vientos que parecen no haber cambiado sustancialmente desde la época de Jesús. Sigue lloviendo en invierno cuando viene la nube desde el Oeste, son frecuentes los fuertes vientos del Este en primavera, hace mucho calor los días de Sur también en esta época y algo más frescos los del Norte típicos del verano. En pocos lugares del mundo se puede observar que los vientos principales siguen la dirección exacta de los 4 puntos cardinales, formando una cruz, como ocurre en el lago de Galilea, al igual que en las iglesias del mundo que orientadas hacia el Este y en forma de cruz hacen presente a Jesús en muchos de las ciudades y pueblos del mundo.
Padre Alfonso Sánchez de Lamadrid Rey
Lago de Galilea foto por Pierre Girardot